"La humanidad, partiendo de la nada y con su sólo esfuerzo, ha llegado a alcanzar las más altas cotas de la miseria"
GROUCHO MARX
CAMBIO DE RUMBO
No se si en alguna ocasión se ha puesto a reflexionar con respecto a lo que es y lo que ha sido su vida hasta el día de hoy, si ha pensado alguna vez si las cosas podrían ser de forma diferente y no como hasta ahora en esta sociedad mecanizada, en la que las máquinas nos iban a hacer la vida más fácil y el trabajo más llevadero, pero la realidad es que trabajamos más. Hace bastante tiempo que hemos perdido el sentido común. Venimos de un mundo inhóspito en el que durante siglos ha predominado, en escenarios de poder exclusivamente masculinos, la cultura de la imposición, del dominio, de la violencia, del sometimiento. y la gente era vasallos o súbditos obedientes, sumisos acallados, individuos con temor. La múltiple y gravísima crisis global actual ( financiera, política, democrática, social, ética, alimentaria, medio-ambiental...) nos obliga a todos a reflexionar y a facilitar urgentemente el cambio y la transición de una política de "gran dominio", económico, mediático, tecnológico, energético o militar, de "una economía de especulación y guerra a una economía de desarrollo global sostenible" como apunta Federico Mayor Zaragora, escritor, catedrático, ex-Rector de la Universidad de Granada y ex- Director General de la Unesco, un cambio de rumbo en la economía que minimice con rapidez los graves desequilibrios y las desigualdades sociales existentes, y el deterioro progresivo del espacio ecológico y del planeta. Mayor Zaragoza nos recuerda que "gastamos 4.000 millones de dólares al día en armas y gastos militares, mientras 70.000 personas mueren cada día por hambre en el mundo". Es una gran sin-razón, una locura, una inercia sin sentido. Y el mercado no se ha autoregulado, estamos en medio de una crisis brutal. Es momento también de impedir y sancionar el acoso que el mercado hace sobre los líderes políticos imponiendo recortes presupuestarios y sociales a los ciudadanos para salir de la crisis. Concretamente las entidades financieras deben rectificar públicamente y asumir la responsabilidad de su mala gestión, devolver el dinero que les presta el estado, que es dinero de los ciudadanos, y corregir los graves desperfectos ocasionados en nuestra economía. Lo único importante no es vender o negociar, ni producir lo más barato posible deslocalizando las empresas hacia el Este, y mirando para otro lado cuando se trata de conocer como viven los trabajadores de esos países, o si se cumplen sus Derechos Humanos. Instituciones públicas como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, así como muchos líderes políticos están actuando de forma interesada en favor de los mismos que originaron la actual crisis global: los bancos, los especuladores, los brokers sin escrúpulos, los políticos, y los constructores en España.
Para lograr el cambio necesitamos una democracia fuerte y participativa, una democracia real y genuina, donde los parlamentarios sean de verdad la voz de los ciudadanos. Las modernas tecnologías de la información, internet, teléfono movil, etc, permiten hoy la participación no presencial, lo que facilita mucho las cosas. Nos movemos hacia un mundo global con diversidad de ideas y valores y que agrupa a distintas culturas, lo que lo enriquece, un mundo incluyente, no excluyente como hasta ahora, entendiéndose y respetando todas las diferencias de credos, lenguas y orientaciones políticas, siempre extrayendo lo mejor del Ser Humano, amándonos y respetándonos sin exclusiones. Un mundo donde las mujeres y los hombres valgan lo mismo, donde no se infravalore y humille a la mujer: las mujeres casi no figuramos en la historia del mundo a pesar de haber tenido un importantísimo protagonismo. Se trata de no ceder ni rendirse bajo el ciclón destructor del consumismo voraz y de la distración mediática, mientras nos aplican los recortes como reconoce en su libro Indignaos, stéphane Hessel, un héroe veterano de la resistencia francesa quién alerta a los jóvenes "chicos cuidado, hemos luchado por conseguir lo que tenéis, ahora os toca a vosotros defenderlo, mantenerlo y mejorarlo, no permitáis que os lo arrebaten". Stéphane Hessel llama a la indignación de los jóvenes ante el giro que está dando este mundo en los albores del siglo XXI. Movilizarse pacificamente y luchar "para salvar los logros democráticos basados en valores éticos, de justicia y libertad prometidos tras la dolorosa lección de la segunda guerra mundial". Los jóvenes, un colectivo que en España alcanza el 45% de desempleados, a pesar de ser la generación mejor preparada pero con mayor grado de desocupación, capital humano desaprovechado.
Tanto en Europa como fuera de ella, los financieros culpables indiscutibles de la crisis económica, "han salvado el bache y prosiguen su vida como siempre sin grandes pérdidas, mientras sus víctimas, los ciudadanos, no han recuperado el trabajo ni su nivel de ingresos", como nos recuerda el escritor José Luis Sampedro, y no por ello se ha llegado a hablar de nacionalizar la banca, "como incluían los primeros programas económicos de Francia despues de la segunda guerra mundial, tampoco se ha planteado la supresión de operaciones de alto riesgo, ni se han eliminado los paraisos fiscales, ni se han acometido reformas importantes en el sistema" apunta Sampedro. También lo dice Stéphane Hessel "el poder del dinero nunca antes había sido tan grande, insolente, egoista con todos, desde sus propios siervos hasta las más altas esferas del estado. Los bancos privatizados, se preocupan en primer lugar de su dividendos y de los altísimos sueldos de sus dirigentes, pero no del interés general", eso en un país como España con 11 millones de personas cuyo salario es de 1.000 Euros, duele especialmente.
Este mundo aún tiene arreglo, pero no será el G-8 ni el G-20 el que resolverá los problemas del planeta, tampoco lo haremos rescatando a banqueros irresponsables con dinero público, ni deslocalizando la producción por pura codicia, ni invirtiendo y gastando los millones en armamento bélico, ni permitiendo la desfachatez y la verguenza de los paraisos fiscales, ni permitiendo que el mercado siga prevaleciendo sobre la justicia social, ni manteniendo distraida a la gente con la televisión y los nuevos circos mediáticos, con el omnipresente poder mediático lleno de fuegos de artificio. La mayoría de los ciudadanos reciben las noticias cuidadosamente seleccionadas o manipuladas con antelación, en otros medios no existe libertad de expresión e informan al dictado del grupo económico al que responden, privando del derecho a una información veraz e independiente del poder establecido. no olvidemos que quién controla la información, controla en buena parte la conducta cotidiana y el ocio de la gente, controla la vida de los ciudadanos. Los grandes espacios publicitarios acompañados de un gran vacio informativo son otra forma de control. La documentalista italiana Lorella Zanardo denuncia en un documental, que la hizo famosa, como en la televisión italiana la mujer aparece casi siempre poco vestida y muda, "tan sólo son cuerpos de adorno, pilotados con el mando a distancia". Lorella es precursora de una reavivada conciencia femenina que sacude desde abajo el país transalpino, en oposición a la política que utiliza el machismo como fábrica de consenso. "viví años en el extranjero, cuando volví me indignaba viendo la televisión, mientras mis amigos se encogían de hombros "Apágala y ya". Pero ¿vamos a abandonar a los que no tienen recursos para decidir vivir sin la caja negra? El 80% de quien tiene una, no se informa de otra manera. Tenemos que cambiarla, no ignorarla. Mi objetivo es sencillo: testificar que otra Italia existe y resiste. Y hace milagros". Los jóvenes sobre todo deben ser libres y no actuar al dictado de nadie, ni dejarse uniformar y gregarizar por los medios de comunicación. Sí, a un conocimiento profundo de la realidad, no a la manipulación de la información de medios que siguen al dictado la voz de su amo y de su potente grupo económico. Algunos periodistas se someten, otros no. "Poderoso caballero es don dinero", viendo como respetables periódicos pierden su dignidad y contradicen estrepitosamente los valores que defienden, con anuncios indignos en su páginas, empezando por la dignidad de la mujer (despreciable y abyecta publicidad sobre contactos sexuales, etc), incidir con textos o dibujos que pueden influir muy negativamente en los jóvenes. Lo mismo ocurre con la publicidad de algunas marcas.
Será con imaginación, "en los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento" nos dijo Albert Einstein, será con educación nos recuerda Federico Mayor Zaragoza, con cultura, porque para implicarse o movilizarse, para involucrarse es indispensable tener tiempo para reflexionar, y ver lo que está ocurriendo en el planeta, y entender por qué la democracia se está moviendo en todo el mundo. En el mundo árabe los ciudadanos estan hartos de sus gobiernos, de la falta de trabajo y de las libertades fundamentales, es esencial tener una visión global sobre el conjunto de la humanidad, quizá lo que remueva nuestras democracias occidentales sean los índices de corrupción y la propia crisis económica, una masacre financiera cuidadosamente planificada por los especuladores. ¿Y la gente? ¿cuándo se rescatará a la gente? Como dice Mayor Zaragoza "los movimientos de solidaridad podrían encender las luces del despegue hacia un futuro de inclusión, de concordia, de entendimiento, de equilibrio, la transición desde una cultura de imposición, violencia y guerra, a una cultura de diálogo, conciliación y paz". Se debe cambiar la guerra preventiva por la acción diplomática, Es preciso un nuevo comienzo, "los jóvenes no tardarán en reaccionar, como lo están haciendo en muchos países europeos. Es el momento de la sociedad civil, ha llegado el momento de reaccionar, de implantar nuevos valores y que cambiar corrupción por transparencia, de construir democracias más reales y fortalecidas, es tiempo de cambiar de rumbo.
Es cierto que vivimos en Europa, en el estado del bienestar de nuestra maravillosa civilización occidental, cuna de culturas, y que la democracia es el nombre que gobierna en muchos de nuestros países, pero como dice el escritor José Luis Sampedro "hace tiempo que se ha evolucionado de otro modo". En realidad vivimos como un día dijo otro escritor, José Saramago, "en la dictadura del poder económico" que se ha instaurado en nuestras vidas y en nuestras economías regidas por los mercados y los grandes poderes económicos: tecnológico, político, financiero, militar, energético...) y que nos hace girar cada día más rápido a velocidades vertiginosas, semi-secuestrados por el trabajo, sin tiempo para los hijos, la familia, los amigos, sin tiempo para reflexionar sobre lo que nos pasa, sobre la manera de informarse y cultiviarse y de estar vivos, sobre los complejos cambios de este mundo, sobre el camino que estamos trazando, sobre los absurdos esquemas sobre los que a menudo levantamos nuestras vidas, sin tiempo para nada más que producir dinero. Dentro de nada ya no será necesario casarse porque con esta vida laboral frenética y confiscada que llevamos no vamos a coincidir ni en la cama. Y así hemos llegado al mundo actual donde los dólares importan más que las personas, y que los Derechos Humanos, donde todo se puede comprar y vender, incluida la vida humana y sus órganos.
Este mundo necesita un giro de 360 grados, está literalmente al revés. Este mundo está hecho un asco por muchos motivos, entre otros, nosotros mismos, los humanos. En España, ni es el PSOE ni el PP la solución, son el problema, son las dos alas del mismo avión. España no ha sido, y tendrá difícil ser una potencia económica porque no hay mentalidad, sin más. Somos un país de conformistas, de fiesta, cervecita, tapas, futbol, y poco más, así se nos ve desde Europa, con gracia y con salero, pero sin seriedad .Los grandes partidos políticos no hacen más que obedecer órdenes superiores (Fondo Monetario Internacional, banca, Banco Mundial, etc.) con lo cual no importa a quien votemos, pues el resultado siempre será el mismo: dinero para los bancos y las multinacionales. Mientras los gobiernos sigan trabajando para las grandes empresas (incluidas las periodísticas) no hay mucha solución. Además los políticos españoles siembran permanentemente la desunión en la población al pasarse el día enfrentados. El problema también es que la clase política, los empresarios y los sindicatos quieren seguir cobrando un dineral por sus servicios, y de los españoles de a pié por permitirlo, además de no existir una mentalidad emprendedora en la población. La mentalidad del español medio es la de ir a trabajar por un sueldo y llegar a casa para ver el futbol con una cerveza. El problema de España es también que "está llena de Homer Simpsons conformistas y cobardes que no se atreven a decir NO, España NO va bien y no estoy haciendo nada para evitarlo". Podríamos cambiar la forma de gobierno y que todo se sometiera a referéndums como hacen en Suiza. Gestionar un país, es como gestionar una empresa, lo primero para dirigir un país es tener un equipo realmente preparado que de verdad sepa gestionar un país, que genere confianza en el exterior y dentro del país, un gobierno que fomente la unión. Y gobernantes cuya gestión no pase por endeudar más al país, España tiene una de las reducciones de deuda más complicada porque esta ha crecido mucho, y ahora para reducirla el Fondo Monetario Internacional pide nada menos que aplicar recortes en la sanidad española. Si la deuda de un país es muy alta, en realidad no sólo se hipoteca el tiempo presente sino también la vida de las generaciones futuras. El que gobierne después se va a encontrar con el mismo problema, porque con las deudas es lo que pasa, que hay que pagarlas. Uno de los principales problemas de la realidad española en la actualidad es el alto nivel de endeudamiento, en 2007, el sistema financiero español había prestado a empresas no financieras más dinero que todo el sistema financiero alemán, no hay crédito porque estamos de deudas hasta arriba y hasta que eso no se corrija, seguirá habiendo problemas. Lean este comentario que dejó una mujer española en internet: "mi marido tiene una empresa y los clientes le han dejado a deber mucho dinero, y ahora el banco me está reclamando unas cantidades que no puedo pagar. Soy una de los españoles que perderá su casa y todo lo que ha conseguido luchando, tengo un hijo de 6 años, y si no fuera por él en estos momentos no estaría aquí, me acuesto cada noche pensando que pasará mañana, cada día es peor que el anterior, me levanto llorando y me paso el día haciendo números para los demás cuando no puedo arreglar los mios, el gobierno no hace nada y los españoles nos vamos a la mierda, mientras los inmigrantes se benefician de toda clase de ayudas". Independientemente de la realidad de esta mujer, y que a su marido le hayan traspasado un serio problema, lo que este caso empresarial evidencia es lo que ocurría en España antes de la crisis, que las empresas vivían a crédito, y al cambiar la situación y cerrar el grifo crediticio las entidades bancarias, no tienen patrimonio personal para hacer frente a esos préstamos y liquidar sus deudas con el banco.
La degradación de las instituciones democráticas y de la vida cotidiana de las personas es tal, que la gente de bien está indignada: indignada con la situación de Palestina, con la salvaje invasión de Irak, los brutales atentados del 11/S en Nueva York y las desastrosas acciones emprendidas por Estados Unidos como respuesta a los mismos, con la cruel crisis económica, acontecimientos que están marcando el camino inverso en la primera década del siglo XXI, recorrida a velocidad sobrecogedora e involutiva, respecto a la expansiva década de los 90. ¿Saben que es lo más sorprendente de todo el conflicto árabe-israelí en Palestina? Que el pueblo judío no ha aprendido nada de su propia historia. Conocieron la realidad horrenda de los guetos y ahora están haciendo de Palestina otro gueto. Los nazis no sólo se contentaban con matar judios, sinó que querían robarles su dignidad, deshumanizarlos. Esta política fue particularmente evidente en la forma en que los nazis crearon y dirigieron sus guetos infames. La mayoría de la gente estará de acuerdo en que lo que hicieron los nazis era monstruoso y malo, que los guetos son inhumanos y que nunca se deberían haber permitido que existiesen. ¿Por qué entonces se permite el gueto de Gaza en la actualidad? ¿Por qué Israel permite deshumanizar, controlar, humillar y asesinar a millón y medio de personas y salirse con la suya? Israel está violando todas las leyes de derechos humanos imaginables y nadie lo detiene. Israel y las instituciones de todo el mundo trabajan duro para asegurarse que el holocausto no se olvide. Tal vez no hemos olvidado el holocausto, pero no hemos aprendido nada en absoluto de él. los cuidadanos de Gaza son gente como usted o como yo, con humanidad y dignidad.
Ahora no se trata de luchar contra la invasión nazi, como hizo este héroe de la resistencia francesa y ahora escritor, Stéphane Hessel, que se escapó de un campo de concentración nazi falseando su identidad, pero el peligro totalitario en sus multiples variantes no ha desaparecido. Es en definitiva la sociedad quien permite los atropellos. Una ciudadanía informada y responsable puede impedirlos. Por eso hay que actuar, porque como acertadamente diagnosticó el premio Nobel Joseph Stiglitz, el sistema en el que vivimos está gravemente enfermo. Como termina diciendo Stéphane Hessel en su libro: hace falta "una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen como horizonte para nuestra juventud más que el consumismo de masas, el desprecio de los más débiles y de la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos". Como decía Michel Henry "no es de una crisis de la cultura de lo que en realidad se trata, sino más bien de su destrucción". El juez Baltasar Garzón, que recientemente ha sido entrevistado con la cineasta Isabel Coixet, ha publicado un artículo en el que lo explica así: alguien ha dicho que nos ha tocado vivir los tiempos de la verguenza, la mediocridad y la renuncia. Verguenza "por el abandono de unos principios que nos deberían ayudar a afrontar y superar los retos de una crisis económica fabricada por un capitalismo rampante, prototipo de la corrupción política y económica alineada con la libre evolución de los mercados y la incompetencia de unos líderes políticos y responsables económicos más atentos al aprovechamiento personal y corporativo que al servicio público y progreso social al que, respectivamente se deben", mediocridad " porque se ha desarrollado una visión alicorta de la situación política, social y económica en la que todos tratan de destruirse escupiéndose necedades a la cara, pero olvidando tomar decisiones consensuadas en beneficio de los ciudadanos. El interés inmediato es el interés del poder, pero sin una idea clara de qué hacer con él más allá de la simple detentación del mismo", y renuncia "porque, culpablemente, todos, en un escenario de corresponsabilidad, estamos consintiendo y propiciando esta situación sin desarrollar una exigencia firme, sosegada y definitiva de rendición de cuentas a la sociedad y sin participar para que la situación cambie. El conformismo ante lo inevitable se ha convertido en la regla, cuando en realidad debería ser esa misma sociedad civil la que quebrara la inercia impuesta arteramente por los partidarios de que la situación no cambie. los falsos líderes, a imagen de los exaltados telepredicadores que vociferan en los canales de televisión por cable, aparecen como salvadores de las conciencias de esa sociedad sumisa, sometida al encanto del insulto y la vaciedad". Baltasar Garzón termina invitando a reaccionar y a llamar a las cosas por su nombre frente a todo esto: "a lo largo de los días en España y fuera de nuestras fronteras se producen acontecimientos que, cada uno por si solo deberían hacer estallar las conciencias de los ciudadanos más indiferentes, noticias que hablan de muertes masivas, de violencia institucional, de masacres de niños, de violaciones sistemáticas de derechos humanos de cientos de miles de personas".
La actual crisis global es el reflejo de la mediocridad de valores de nuestra sociedad, donde la apariencia prima sobre lo real, el parecer se privilegia sobre el ser, y el espectáculo sobre la seriedad. Es preocupante que la juventud acepte con pasividad lo que se le viene encima. Hay que despertar del individualismo y actuar ahora, hay que movilizarse, modo lo está haciendo toda Europa. Faltan líderes para encauzar movimientos, pero NO motivos. Es mucha la indignación pero hay que sublevarse de forma pacífica y participativa, no disparando fusiles, no con balas ni con bombas, el terrorismo no es el camino adecuado contra el totalitarismo actual, mucho más sofisticado que los bombardeos nazis, la violencia vuelve la espalda a la esperanza.
La comunidad científica estima que a la humanidad le queda menos de 40 años para revertir el proceso de calentamiento global, caso contrario, el planeta entero cobrará el precio de nuestra irresponsabilidad. El punto de no retorno ocurrirá si se incrementa en 2 grados centrigrados la temperatura de la atmosfera, con lo cual no solamente subiría el nivel de los mares por el descongelamiento de los glaciares, si no que se produciría una catástrofe ambiental de impredecibles consecuencias. En la amazonía se tala 1 hectarea de bosque cada 2 segundos, gran parte de los bosques nativos han sido deforestados y sustituidos por cultivos. La civilización aún no ha alcanzado el grado de desarrollo que nos permita vivir en armonía con la naturaleza, la explotación desmedida de los recursos naturales esta poniendo en riesgo la vida en el planeta tierra. Una de las razones que explicarían la causa de esta involución como seres humanos, es el desequilibrio de poder que existe entre los hombres y las mujeres. Esto ha ocasionado que se deje de lado ciertos roles femeninos como la coooperación, la conservación y la paz, y por el contrario, se haya permitido la expresión de los roles másculinos como la competencia, la fuerza y la conquista. Es preciso un cambio de paradigmas, que la sociedad deje de lado las actitudes machistas y permita el desarrollo de todo el potencial que las mujeres tienen. Las mujeres somos parte más que importante en la historia y en la vida. Por un lado, se plantean retos en la educación formal para permitir el acceso de mujeres vulnerables como amas de casa, madres solteras o mujeres sin ingresos. Por otra parte, existe la posibilidad de que las mujeres cultiven su mente a través del auto-aprendizaje, y por último, internet tiene un buen potencial en contribuir a la educación de las mujeres, mediante la educación a distancia y el acceso a blibiotecas virtuales. Crear capital humano en las mujeres permitirá lograr un equilibrio como Seres Humanos para vivir en armonía en el planeta.
Es tiempo de acción, de ser actores y no sólo espectadores impasibles, obedientes, gregarizados, uniformados, "¿Hasta cuándo seguirá la mayoría de la población mundial dejando, impasible, que las cosas sucedan como siempre?. Creo que ya no será por mucho tiempo, porque la nueva tecnología de la comunicación permite la progresiva participación de la gente", concluye Mayor Zaragoza. Es la hora de la sociedad civil, el futuro está por hacer, nos esperan gigantescos obstáculos y retos difíciles, afrontémosles de frente, con valentía, y dejemos ya de mirar para otro lado. El tiempo se acaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario