PENSAR ES RESISTIR

LAS MARCHAS DE LA RESISTENCIA

Las madres de la plaza de Mayo movieron un pueblo contra la dictadura genocida en Argentina. Se cumplen 30 años de vida venciendo la muerte. Ninguna lucha es inútil, todo está clavado en la memoria. Hoy las madres convertidas en abuelas buscan a sus hijos y nietos desaparecidos en Argentina.

De 1976 a 1983, Argentina vivió una de las dictaduras más violentas. En ese lapso los argentinos sufrieron persecuciones, desaparición de familiares y amigos, desaparición y venta de bebés hijos de los detenidos, secuestros, torturas y todo tipo de violaciones de los derechos humanos. Miles de personas inocentes fueron detenidas en centros de detención clandestinos y torturadas, varios de ellos fusilados luego de su detención y muchos otros desaparecidos y exiliados. Algunos hoy tienen la suerte de estar con vida. Organismos de derechos humanos estiman en más de 30.000 personas desaparecidas, cientos de muertos y niños sin su verdadera identidad por haber sido vendidos al nacer dentro de los centros de detención por los militares. A raíz de esta aberrante masacre surgieron grupos de defensa de los derechos humanos para que se haga justicia, pero esto no bastó porque hoy los asesinos caminan por las calles de todo el país con la misma libertad que cualquier otro argentino.
Una muestra contra la amnesia colectiva, contra la impunidad. A los argentinos les deseo la justicia que tanto necesitan los olvidados, y que nunca olviden lo que pasó, la historia está para que aprendamos de ella. Cuando uno cree haberlo visto todo, siempre hay alguien que nos demuestra lo contrario. Nunca más.