Erroneamente se ha asociado ser poderoso con ser importante. El hombre más poderoso es el que es dueño de si mismo, decía Séneca. El poder, pues, reside en el ciudadano, aunque tantas veces no nos lo parezca. Poderoso es usted, ciudadano. Es usted una pequeña-gran-superpotencia. No hay mayor gobierno que el de uno mismo. Imposible es sólo una palabra que usan las personas débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dió, sin atreverse a explorar el inmenso poder que tienen para cambiarlo. El cambio empieza adentro y se expande como las ondas en el agua al arrojar una piedra. No podemos aspirar a adaptarnos a los cambios de alrededor, si nosotros mismos no cambiamos. Si prestas atención al presente, podrás mejorarlo, y si mejoras el presente, lo que sucederá después también será mejor. Todo el mundo espera durante toda una vida que las cosas cambien, pero la mayoría de la gente no sabe como afrontar el cambio una vez que este se produce. Si modificamos nuestro interior, inevitablemente el exterior va a cambiar.
lunes, septiembre 08, 2008
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wow...nice blog
ResponderEliminarvery cool.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tus apuntes. No podemos cambiar el mundo, pero si podemos examinarnos,cambiar nuestra actitud y mejorar.
ResponderEliminarEl ser humano no es perfecto ni coherente. Nuestro propio cerebro está hecho a retales, por azar de mutaciones que aunque chapuceras le permitieron adaptarse al medio, luego no es tan malo tampoco, pero aún hay mucho que avanzar. No se trata de adaptarse cual termostato (que no requiere ningún cerebro) sino de adaptar el medio a nuestras necesidades, convertirlo en un lugar más eficaz y habitable, y para eso se requiere tener algo más que un software psico-químico por cerebro, a saber, utilizarlo con eficiencia y lucidez para nuestros propósitos, una organización adecuada y la creatividad suficiente para desarrollarla. Seguir proponiendo vías no es utópico sino necesario, aún a sabiendas que la perfección no existe todo puede ser mejorable, y en eso se incluye la propia introspección y la disciplina necesaria para corregir lo que de bestias salvajes nos queda y nos lastra. En eso consiste evolucionar, como persona y como especie. Y los grandes progresos y avances no se consiguen ni perciben de un día para otro sino que requieren siglos, si es que vivimos para contarlo.
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