Este 8 de Marzo se cumplen cien años celebrando el día de la mujer trabajadora. Entonces exigian las mujeres igualdad de oportunidades, salario igual para trabajo igual, ayuda social a las madres obreras y el derecho al voto. A día de hoy, algunas consignas siguen pendientes, y surgen otras nuevas, hagamos un repaso:
BASTA de división sexual del trabajo y discriminación salarial
Según la última encuesta de Población Activa, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en el estado español es del 34,4%. Cuando las mujeres compramos vivienda, coche, ropa o alimentos, no nos cuestan un 34,4% menos que a los hombres. Las condiciones habituales de los empleos femeninos son desigualdad salarial, contratación a tiempo parcial, precariedad, mayor riesgo de perder el puesto de trabajo y las mayores tasas de paro. La parcialidad y la temporalidad en los contratos repercuten en unos salarios más bajos para las mujeres. Las empresas se decantan por las jornadas a tiempo completo para los hombres y las de tiempo parcial para las mujeres porque dan por hecho que una persona que pasa más tiempo en su puesto de trabajo será más productiva y que el hombre, al estar libre de obligaciones familiares, pondrá menos trabas para ampliar su jornada. La exclusión laboral es una realidad al igual que la incorparación mayoritaria de las mujeres al ámbito de la llamada "economía sumergida" y las consecuentes dificultades para tener o acumular cotizaciones suficientes, como en el caso de las mujeres campesinas, por ejemplo.
Además de la discriminación salarial, están los mecanismos de exclusión del acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad, los denominados "techos de cristal". En la actualidad, con la Ley de Igualdad funcionando, aún es mínimo el tanto por ciento de mujeres de son directivas en España. Cien años después de aquel 8 de Marzo, aún queda mucho camino por recorrer.
BASTA de cultura machista en el ámbito laboral
La igualdad de la mujer es uno de los pilares sobre los que tiene que asentarse el nuevo orden socilal, lo anterior era la dominación del género masculino sobre el femenino, que tantos daños directos y colaterales trajo, y aún trae. El patriarcado es enemigo de la emancipación de la mujeres, sin la que no hay revolución. La igualdad entre las mujeres y los hombres es un derecho irrenunciable. Que a cada persona en el trabajo se la valore exclusivamente por su rendimiento y capacidades y por su responsabilidad, sin distinción de sexo. Stop al mobbing y al acoso laboral-sexual en el trabajo.
BASTA de que la pobreza tenga rostro de mujer
El capitalismo ha agudizado la feminización de la pobreza, y amenaza derechos obtenidos gracias a las movilizaciones obreras y de las organizaciones feministas, sobreexplotando la fuerza de trabajo de la mujer. La situación de las mujeres se vuelve dramática al recibir pensiones asistenciales que las colocan por debajo del umbral de la pobreza. La feminización de la pobreza se traduce en que aproximadamente el 80% de personas pobres del planeta son mujeres.
BASTA de violencia patriarcal
La violencia machista logra aumentar el número de mujeres asesinadas cada año. En toda sociedad basada en la explotación de unos seres humanos por otros, la dominación, la negación, la invisibilización, la imposición o la agresión física son formas de expresión de las relaciónes de poder. Hay violencia allá donde hay y se alimentan relaciones desiguales. Luchemos por la igualdad.
BASTA de negar un derecho de salud de la mujeres
El aborto es un delito que sigue tipificado en el Código Penal con la reforma del gobierno. No es libre y gratuito, sino un negocio para las clínicas privadas. Y la objeción de conciencia sigue primando sobre el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y su maternidad. Se trata del control legal de nuestro cuerpo, nuestras decisiones y nuestra vida. La salud sexual de las mujeres sigue estando al margen de la sanidad pública.
Los sectores de derechas y la iglesia siguen criminalizando el derecho a abortar, considerándolo un delito, a pesar de que en la mayoría de los países del mundo el aborto se considera un derecho de salud de la mujeres. Su modelo de familia patriarcal rechaza el derecho a decidir de las mujeres sobre su maternidad, sobre su cuerpo y sus derechos sexuales.
La salud sexual y reproductiva tiene un papel insignificante en la Sanidad pública y por ello existen listas de espera en los centros de atención y planificación familiar, falta de información, problemas para acceder a la anticoncepción de emergencia, diferencias económicas y sociales para el acceso a estos, sobre todo para las mujeres jóvenes. La juventud española recibe una educación sexual mínima, con charlas a partir de los 15 o 16 años en los institutos donde se les explica cómo se pone en presenvativo y los métodos mínimos para la prevención del embarazo, y en algunas ocasiones se les explica algunas de las enfermedades de transmisión sexual (en la mayoría de los casos se remiten solo al SIDA). La sexualidad debe difundirse como relaciones normales y libres entre personas, eliminando los tabús en la familia y la escuela. Debemos de construir unas relaciones sexuales igualitarias y libres al placer.
BASTA de considerar a la mujer un objeto sexual
Se debe ser crítico con el sistema patriarcal que visualiza a la mujer como un objeto sexual que complace los deseos de los hombres, también eliminando la idea del culto al cuerpo de la mujer y la obsesión con la imagen, siendo muchas veces esclava de un modelo de belleza inalcanzable. ¿Es "normal" que las mujeres se lesionen los huesos llevando tacones, se quemen la piel depilándose con láser, se rajen el cuerpo para inyectar silicona y se castiguen el alma por no alcanzar los modelos prefabricados de los cuerpos-mercancía de la industria del expectáculo?. ¿ es "normal" que la humillación y el dominio sobre las mujeres cause excitación a muchos hombres y sea contenido habitual de la pornografía?.
BASTA de publicidad sexista en los medios de comunicación
Todos los anuncios de productos de limpieza del hogar son contados por mujeres, nunca por hombres, lo mismo ocurre con los relativos a la alimentación y al cuidado de los hijos
BASTA de doble explotación y de falta de compromiso y responsabilidad masculina
La doble explotación (capitalista y patriarcal) que soporta la mujer trabajadora se evidencia al tratar de su inserción en el mercado laboral. Las trabajadoras se incorporan a dicho mercado en una situación de partida desigual con los trabajadores, produciendo lo que denominamos "la doble jornada de la mujer trabajadora". La conciliación familiar y social no se logra si el hombre no se responsabiliza del cuidado de los hijos y del hogar al igual que la mujer. Luego vendrá los éxitos profesionales del varón y la mujer no podrá celebrar los suyos. Lo de siempre.
Además existe un trabajo socialmente necesario fuera de las relaciones asalariadas que es realizado mayoritariamente por mujeres: trabajo domestico, cuidado de los hijos, personas dependientes.
BASTA de editar libros sobre figuras relevantes del siglo XX donde no aparezca ninguna mujer
Cabe recordar que la historiografía patriarcal se ocupa de excluir sistemáticamente a las mujeres de su lugar en la historia, las aparta del espacio público y oculta su actividad en las luchas y su intervención en la sociedad. Sólo caben las que cumplieron el papel que la mujer debe tener en el patriarcado. La participación de las mujeres en la historia está borrada en los libros de texto. Lo que no se nombra, no existe. Perpetuando la invisibilización del genero femenino.
Que poco a casi nada sabemos en la actualidad de las mujeres cultas de este país, y cuanto de otros modelos televisivos, mujeres sumisas o interesadas, ignorantes, zafias, cutres y absolutamente vulgares, sin gusto, sin clase , sin educación, sin cultura, sin saber estar, sin un buen sentido del humor, sin casi nada que ofrecer.
BASTA de hacer diferencias entre los sexos
A las niñas deportistas no se las apoya en sus carreras igual que a los niños. La diferencia entre una deportista mujer y un deportista hombre son abismales. El negocio del futbol es masculino, muchas chicas pagan de su bolsillo las camisetas y las botas para poder jugar. Esa va a ser la siguiente "burbuja" que va a explotar, la de los fichajes galácticos del futbol.
La Ley de igualdad puede ser un primer paso para cambiar las cosas, pero estamos muy lejos del final. La igualdad legal carece de sentido si no se alcanza la igualdad en la vida. Debemos construir y trabajar por modelos de vida sostenibles, que permitan tanto a los hombres como a las mujeres realizar los distintos trabajos sin tensiones, aceptando que ambos son fundamentales para el desarrollo humano.
Las estructuras sociales y mentales impuestas se perpetúan aprovechandose de la ignorancia de aquellos que dan por sentado que las cosas no pueden cambiarse y la organización social injusta y desigual que padecemos es producto de nuestra dotación genética. Hay que acabar de una vez por todas con esa estafa ideológica pseudocientífica que es el socialdarwinismo, y sus implicaciones políticas, económicas y culturales. Sólo así podremos crear nuevos modelos sociales, más igualitarios, eficaces y adaptativos. Menos mal que todavía queda alguien que nos recuerda que aún queda mucho por cambiar en lo tocante a igualdad de sexos y no sólo en lo laboral porque parece que el 8 de marzo ya no existe más que como anécdota, y que el machismo se hubiera erradicado de la tierra, otra forma más de manipular y ocultar la realidad para hacernos creer que vivimos en el mejor de los mundos posibles.
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