Los imprevistos me encantan, estimulan mi cerebro. Pero en la vida y con la gente me producen una gran ansiedad. Nadie es perfecto. Todos tenemos contradicciones. Forma parte de la vida, de su riqueza y complejidad. Lo contrario es infinitamente más frecuente, pero mucho más aceptable. Ojalá alguien me amara también por mis defectos pues eso es amar de verdad. La interpretación más vulgar y usual es siempre la misma: soy un fraude, un engaño. Poca gente es capaz de ver más allá de lo tangible.
Los imprevistos me encantan, estimulan mi cerebro. Pero en la vida y con la gente me producen una gran ansiedad. Nadie es perfecto. Todos tenemos contradicciones. Forma parte de la vida, de su riqueza y complejidad. Lo contrario es infinitamente más frecuente, pero mucho más aceptable. Ojalá alguien me amara también por mis defectos pues eso es amar de verdad. La interpretación más vulgar y usual es siempre la misma: soy un fraude, un engaño. Poca gente es capaz de ver más allá de lo tangible.
ResponderEliminarTodo cambia para volver a ser lo mismo. La vida es cambio constante, por tanto, no cambia nada. Sólo nuestras percepciones.
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