En fin, hablar para qué, hacer es más efectivo(en la medida que puedas y te dejen). Uno no es el autor de su vida, más bien se deja llevar y procura que no se le lleve la corriente, cuestión de adaptación. Si dirigieramos nuestros destinos tendriamos poderes que sólo se le atribuyen a Dios.
En fin, hablar para qué, hacer es más efectivo(en la medida que puedas y te dejen). Uno no es el autor de su vida, más bien se deja llevar y procura que no se le lleve la corriente, cuestión de adaptación. Si dirigieramos nuestros destinos tendriamos poderes que sólo se le atribuyen a Dios.
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