Venecia es un lugar en el que nunca sabes dónde termina el sueño y dónde se inicia la historia. La imaginación y la realidad se entrelazan. Es una ciudad suspendida en el tiempo.La suspensión del tiempo es una situación claramente irreal, poética, Venecia convive con su mito:un pasado glorioso e irrepetible, y un presente sin futuro. A Venecia le pasa lo que al ser humano, que envejece y nadie puede evitarlo.
El fuerte siroco del sur
las mareas altas
la erosión por oleaje
la humedad ambiental
la subida del niver del mar...
Las mareas altas son una violencia que periodicamente inunda la ciudad, una intrusión silenciosa, pero también una de las experiencias más inolvidables que el viajero puede vivir.
La población de Venecia es menos de la mitad de la que había en la década de los 50. La población permanente de Venecia está sufriendo un lento pero inexorable descenso, las parejas jóvenes prefieren trasladarse a tierra firme donde pueden utilizar el coche y hay menos turismo. La singular y romántica
Venecia fue construida sobre el agua y ha conseguido sobrevivir sin turismos hasta el siglo XXI. Qué gran paradoja: abandonar una ciudad bellisima, una ciudad única y fastinante, como un sueño, parece increible
que algo así exista.
Venecia es una máscara de dos caras: silenciosa, reflexiva, crepuscular, espectral, pero también toda una exhibición de color. Una fiesta infinita de ocres, oros, negros o rojos, blancos y argenta. Ritmo y risa, máscaras, complicidad. Sus góndolas son alegres notas en un pentagrama de música marina, sus puentes se arquean, suspiran, sueñan...
Inundada de estelas, de estrechos callejones y palacios, de iglesias y mercados, tranquilos rincones por los que el tiempo no pasa...
Pocas ciudades poseen el atractivo de Venecia: majestuosa, deslumbrante, impresionante, señorial... Una maravilla renancentista, con una espectacular colección de obras maestras de arte veneciano, bizantino,renacentista, rococó, contemporáneo.
Venecia es un gran lienzo, un magnífico carnaval de 10 días, el festival de cine de Venecia, los espectáculos operísticos y los conciertos, arte y arquitectura, literatura y lienzos, la Bienal...
Venecia es un icono del arte, Venecia es sal en el aire y agua en el suelo, un lugar, donde la naturaleza impone su ley.
Sí, Venecia se hunde, Venecia continua hundiéndose, Venecia se irá algún día definitivamente. Y con ella se irán las risas, los besos, los paseos románticos, las máscaras de papel maché, las góndolas y los
encantadores canales de ambiente puramente venenciano.
Pero hasta entonces, Venecia seguirá produciendo el mismo asombro y admiración en todos los viajeros que viajan a ella por primera vez.
La escena del silencia es mágica en Venecia. Ninguna presencia humana, el respiro de Venecia resulta imperceptible, pero la ciudad no esta muerta, y no es una aparición espectral. Es una ciudad que duerme
sobre el agua de su historia, y está soñando...
Como dijo el poeta: Venecia, alzada al rango de obra de arte, se escucha y se respira casi tanto como se mira.
Se mira en su espejo, se mira en el mar.
GALERÍA FOTOGRÁFICA. VENECIA: EL EFECTO DEL ESPEJO
El espejo es un invento del diablo. Lo ideal es verse reflejado en todas partes. Venecia es una ciudad decadente.
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